martes, 31 de julio de 2012

Vaciacorrales



Este agosto, siguiendo la recomendación del consejero de Turismo, voy a pasar mis vacaciones en Andalucía: ¡unas vacaciones patrióticas! En realidad no voy a hacer nada diferente a cualquier otro año: me iré al pueblo y allí me convertiré en un vaciacorrales, dispondré de vivienda y comida gratis durante un mes. Supongo que a mis anfitriones no les hace mucha gracia mi presencia, pero ellos se empeñan en invitarme, siempre me están preguntando: "¿Cuándo vas a hacernos una visita?" Quizá sea una invitación taraf, una oferta que no va en serio, pero yo me la tomo en serio todos los años.

El caso es que en el pueblo no voy a poder acceder a internet. Sí, hay tres o cuatro ordenadores en la biblioteca municipal, pero están muy solicitados. El quiosco más cercano se encuentra en el pueblo vecino, a diez tortuosos kilómetros, una larga caminata. Cuando se enciende la radio, se escuchan emisiones que parecen proceder del planeta Osiris. Supongo que tendré que conformarme con la televisión. Al menos, ahora hay decenas de canales; hace años, sólo se veía uno, y con interferencias.

El próximo mes no oiré hablar de Griñán, de Rajoy, de Valderas, de Díaz, del Consejo de Política Fiscal y Financiera, de los impagos de la Junta, del déficit, de la prima de riesgo, del Ibex 35, de Schäuble, de Prodi, de Romney, de Obama, de las olas de calor, del Barça. ¡Un mes de paz! ¡Qué felices vivían nuestros abuelos!

"Un ángulo me basta entre mis lares,/ un libro y un amigo, un sueño breve,/ que no perturben deudas ni pesares."

La cooperación y la lealtad en la discrepancia



¡Aguayo abandona el Consejo de Política Fiscal y Financiera! Cuando Montoro le ha planteado un recorte adicional de 3.000 millones de euros, nuestra desvalida consejera no ha encontrado otra forma de salir del aprieto. Su aliado habitual, el consejero catalán, la había dejado sola, totalmente sola: ¡qué canallada! ¡Estaba más sola que Gary Cooper! Aguayo, encrespada, ha dicho que presentaría un recurso de inconstitucionalidad: creo que el Tribunal Constitucional debería pensar en abrir una ventanilla en Sevilla para la recogida de documentación. En fin, ya sabemos lo que significa "la cooperación y la lealtad en la discrepancia" de la que hablaba ayer Griñán.




Esta mañana, último Consejo de Gobierno antes de las bien merecidas vacaciones de los consejeros. Acabo de ver la comparecencia de la consejera de Presidencia y del portavoz. Aquí, algunas de las frases eyectadas por Díaz:
  • "Rajoy se ha dado cuenta de que necesita a Andalucía para salir de la crisis."
  • Sobre los "coordinadores" de Valderas, a respuesta de un periodista: "Si no son altos cargos no se podían nombrar en el Consejo de Gobierno el día de hoy". No informa de su sueldo.
  • "Son personal de confianza del vicepresidente. Su ubicación física será dentro de la Delegación del Gobierno." Los periodistas siguen preguntando, por lo que la consejera le pide ayuda al portavoz con la mirada. Éste sale al quite.
  • "Como ese fondo va destinado también a limitar las competencias de las comunidades autónomas, pues no lo compartimos."
  • "Son nombramientos de gobierno, no nombramientos de partido."
  • "No estamos ante nombramientos partidarios."
  • "Los nuevos delegados son personas cercanas a los ciudadanos y sensibles que tienen que trabajar para mitigar hachazos que está recibiendo el Gobierno de Rajoy."
  • "Lo que no puede ser es que se confunda austeridad con recortar en democracia."
  • Le preguntan sobre la intención de la juez Alaya e investigar la actuación de la Junta en los años 2011 y 2012: "El modelo se cambió en el año 2010, no compartimos ese tipo de dudas sobre el 2011".
  • "El Gobierno seguirá trabajando en agosto."
  • "La última semana de agosto habrá Consejo de Gobierno."



Este agosto, voy a echar de menos a mis consejeras preferidas.

El alemán Ratzinger no quiere que nos perdonen nuestras deudas



He encontrado en un libro que estoy leyendo ahora, La Iglesia actual, una anécdota deliciosa: fue el cardenal Ratzinger el que insistió en que en todos los países castellanoparlantes se rezara la misma versión del Padrenuestro. Hasta entonces, en España se decía: "Perdona nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores". La nueva traducción, supervisada por Ratzinger y que a mí me sigue pareciendo sacada de un culebrón, es: "Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden".

El Padrenuestro fue una oración que enseñó el propio Jesús y que aparece en los evangelios de Mateo y de Lucas. En la Biblia de Reina y Varela se traduce así: "Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores" (Mateo 6, 12). Por consiguiente, la versión antigua de la Iglesia católica era la que más se ceñía al original. En la nueva, las deudas se transforman en ofensas, aunque desde luego no son lo mismo deudas materiales y tangibles que ofensas inmateriales y espirituales. ¿Por qué se empeñó un alemán en que no había que perdonar las deudas?

Cuando voy a la iglesia, a pesar del cura, del obispo, del cardenal Ratzinger y del papa Benedicto, sigo repitiendo el antiguo Padrenuestro, pido que me sean perdonadas las deudas.

Al final, ¿todos son iguales?



"Me veo en la obligación de solicitarle encarecidamente que vaya usted a su despacho al menos una vez por semana, aunque lo aconsejable sería que fuera a diario. Los ciudadanos entienden que un concejal que gana 72.000 euros, a pesar de no tener responsabilidad de gestión alguna, lo mínimo que puede hacer es abrir sus despacho a los vecinos que le han votado y que le pagan."

No tenemos ningún problema de equilibrio de deuda



A veces me dan ganas de adoptar la actitud de ese juez del cuento árabe, que leí en una recopilación de Carrière: daba la razón a todo el mundo, incluso a aquel funcionario del juzgado que le decía que no podía estar de acuerdo al mismo tiempo con el acusado y el denunciante.

-Tú también tienes razón -le decía.

Ayer, Griñán fue a ver a Rajoy. Estuve viendo la rueda de prensa que dio en la Moncloa, al menos hasta que llegaron las una de la tarde y 24h decidió que era más importante el boletín horario que escuchar al presidente de una región. Nuestro querido presidente dijo que "las comunidades autónomas son parte de la solución, no el problema". Más adelante señaló que "la deuda por habitante de Andalucía es la mitad de la media de las comunidades autónomas; no tenemos ningún problema de equilibrio de deuda". La Junta, pensé, no tiene un problema de deuda.

Al mismo tiempo, en Sevilla, los representantes de las Escuelas Infantiles andaluzas se manifestaban delante de la consejería de Educación. Aunque la Junta iba a abonarles algunos meses atrasados, la directora general les avisó de que "en septiembre iban a intentar que estuvieran los pagos regularizados, pero que no había seguridad ninguna". Hay un "problema de liquidez de hacienda de la Junta". La Junta, pensé, no puede pagar sus deudas, no las paga.

Así pues, ¿pasa la Junta por dificultades de deuda? No, desde luego que no, siempre que no pague, que no se vea obligada a pagar a proveedores o servicios.

Por cierto, el otro día una televisión nacional (adivinad cuál) hizo un reportaje sobre los impagos de la Generalidad valenciana: se debían 250.000 euros a un centro de autistas. Padres y educadores estaban preocupados por las consecuencias negativas para los niños si el centro cerraba. Una lástima. Desde luego, a esa televisión nacional no le preocupan los 35 millones de euros que la Junta debe a las organizaciones que se ocupan de los discapacitados psíquicos andaluces: una deuda 140 veces mayor. Griñán, en el Parlamento, tuvo una respuesta genial cuando se le reprochó que no pagara a estas asociaciones: "Entre retrasar un pago y quitar ayudas, prefiero retrasar el pago". Vamos, que ya mismo dirá que entre despedir a un empleado público y no pagarle prefiere no pagarle.

lunes, 30 de julio de 2012

Investigar los ERE no resolverá los problemas de Andalucía



Estoy completamente de acuerdo con Pastrana y Carbonero: investigar los ERE no solucionará ninguno de los problemas que tiene Andalucía. El PP sólo quiere el enfrentamiento por el enfrentamiento, sólo pretende desgastar al gobierno andaluz, poner en duda todas las ayudas que ha concedido, que concede la Junta.

IU, empero, ha adoptado una postura mucho más juiciosa y reflexiva. Antes del 25 de marzo, su actitud era muy pendenciera: quería apoyar una comisión de investigación, entregar todos los papeles que pedía la funesta juez Alaya. Ahora, ha entendido que en las ayudas que concedía la consejería de Empleo hubo quizá errores, pero no afán de enriquecimiento: todos los que las recibieron las merecían.

Excepto en unos contados casos, todas las prejubilaciones eran legítimas. ¿Alguien que no trabajó en una empresa recibió una ayuda? ¡La merecía! Lo único que está consiguiendo esta pugnacidad del PP es que muchos ERE estén paralizados, que miles de prejubilados y parados andaluces no puedan recibir una paga que se habían ganado. Los del PP sólo quieren la bronca por la bronca. ¿Creen que nos olvidamos de Valencia? ¿Está bien que roben los ricachones de Valencia y de Madrid, los de la Gürtel, pero está mal que miles de parados andaluces puedan recibir una minúscula paga social?

Sí, tienen razón Pastrana y Carbonero, el Parlamento andaluz no debería desperdiciar medios ni tiempo para acabar concluyendo que un director general de Trabajo, ¡un solo alto cargo!, concedió unos miles de euros a algunos amigotes. ¡Si fue cesado en 2008! ¿La próxima comisión va a investigar, qué, el IRYDA?

El PP creyó antes del 25 de marzo que los ERE le permitirían ganar las elecciones. ¿Qué hubiera sucedido si lo hubieran logrado, si gobernara ahora Andalucía? Antes del 20 de noviembre, no paraban de preguntar quiénes eran los responsables del chivatazo del bar Faisán. Ahora, ellos gobiernan. Y yo me pregunto: ¿qué ha pasado con el Faisán? Nada, no ha pasado nada. Han enterrado el asunto. Ignacio Gil Lázaro, que no paraba de interperlar en las sesiones de control, que aburría, que irritó a Rubalcaba y a Antonio Camacho, miércoles a miércoles, ahora se hace el distraído cuando alguien le pregunta si conoce ya la verdad del Faisán. Eso hubiera sucedido con los ERE si los andaluces no hubieran tenido la madurez de votar una coalición de izquierdas...

De hecho, los populares ya saben que todo este asunto de los ERE, la comisión de investigación parlamentaria y la instrucción judicial, no llegará a nada. Como denunció Pastrana, ya han comenzado a cambiar de estrategia. Ahora tratan de estrangular económica y financieramente a Andalucía, le niegan anticipos y sabotean los intentos de la consejera de Hacienda para obtener préstamos bancarios. Es de esperar que Griñán, que se va a reunir hoy mismo con Rajoy, defienda con corrección pero con firmeza los intereses de los ciudadanos de Andalucía; desde luego no será tan obsequioso como otros presidentes autonómicos.

Diputada por Jaén, residente en Madrid



El Confidencial lleva unos días dando cuenta de los miembros del Gobierno y del PP que, teniendo vivienda en Madrid, cobran la dieta de alojamiento. Hasta 62 diputados lo hacen. La semana pasada, El Confidencial le dedicó un artículo a Cristóbal Montoro: es diputado por Sevilla y tiene tres pisos en Madrid. Hoy le ha tocado a la diputada por Jaén, Elvira Rodríguez: cuatro pisos en Madrid. Su rival en esta circunscripción andaluza, la socialista Concepción Gutiérrez, también tiene piso, sólo uno, en Madrid y desde luego cobra la dieta.

La mayoría de los diputados siguen percibiendo esa dieta de alojamiento, que para los diputados de fuera de Madrid asciende a 1.823 euros. La inefable Andrea Fabra, diputada por Castellón, pero residente en Madrid, la cobra. La recibe el ministro de Interior, diputado por Barcelona, a pesar de que vive en una vivienda que hay en el ministerio. Ni siquiera ha renunciado a ella Mariano Rajoy, que vive en la Moncloa:
sólo recibe los 870 euros que les corresponden a los diputados madrileños.

Un parlamentario ha renunciado a esa dieta, Toni Cantó, diputado de UPyD por Valencia: tiene piso en Madrid. Le critican porque dicen que sólo pretende llamar la atención.

Los diputados entienden que esas dietas son un privilegio que se merecen por su cargo, como muchos otros de los que disfrutan: taxis, billetes de avión y tren, internet gratis, iPad, pernoctaciones en el Palace...

No digo que no deberían cobrar una dieta, sino que no deberían utilizarla para añadir un plus a su sueldo: los diputados elegidos por otra circunscripción con vivienda en Madrid pueden llegar a recibir 48.000 euros ilegítimos. Eligen el camino difícil: si cobran, si creen que cobran poco, ¿por qué no se suben el sueldo?, o mejor, ¿por qué no dejan de ser diputados? Que yo sepa, aquí los cargos no se sortean, como ocurría en algunas polis griegas. El problema es que algunos políticos (o muchos) consideran que no vienen a servir sino a servirse del cargo. Predican y imponen una austeridad que no practican.

domingo, 29 de julio de 2012

Derechos humanos en Siria

¿Respeta el régimen de Bashar Al-Assad los derechos humanos? Desde luego que no. ¿Los respetan los rebeldes que quieren su caída?



"Los animales de afuera miraron del cerdo al hombre, y del hombre al cerdo, y nuevamente del cerdo al hombre; pero era imposible discernir quién era quién."

Jiménez hablando en la lingua socialistarum Vandaliae



“En este tiempo se habrán dado errores pero me quedo con el compromiso de muchos días de trabajo al lado de los onubenses, de los sectores económicos, y poniendo de manifiesto que somos capaces de compatibilizar la crisis con el impulso a la modernización y la atención a los derechos sociales”.

Territorio comanche, de Arturo Pérez-Reverte



Solía leer antes los artículos de Pérez-Reverte en
El Semanal y devoré Patente de corso. Demasiado escatológicos, quizá, pero Pérez-Reverte no se arredraba, no se arredra ante nada ni ante nadie: es de esas personas que pone la verdad por encima de la ideología. Recuerdo cuando renunció a su puesto como comisario de la Exposición Cádiz 2012. "Me parece muy bien que los políticos se dediquen a hacer astillas, es su trabajo, pero a mí que no me líen. Cada uno en su sitio."

He leído alguna de sus novelas. El club Dumas me parece soberbia, ingeniosa, genial; La sombra del águila, divertida, admirable. También he leído sus primeras novelas de Alatriste. ¿Muy poco? Hay que tener en cuenta que no me gustan los libros de ficción, de manera que a mí me parece que he leído muchas novelas de Pérez-Reverte.



Ahora he releído Territorio comanche. Hace quince años, cuando este libro cayó en mis manos por primera vez, todavía recordaba la afilada cara del Pérez-Reverte reportero: Líbano, Angola, El Salvador, Nicaragua, Bosnia, Eritrea. Territorio comanche tiene forma de novela, pero es algo más. Dos periodistas de Televisión Española aguardan a que los croatas vuelen un puente y confían en tener las imágenes para el Telediario de la noche. Mientras espera, Barles rememora sus dos decenios como corresponsal de guerra. Las zonas en conflicto se han convertido en su droga. Poco a poco, se ha ido acostumbrado a la crueldad, pero se sigue sorprendiendo de que en su país a la gente le resulte indiferente.

Aquel periodismo de guerra era distinto al actual. Todavía no se había generalizado la figura del periodista embedded ('incrustado'), que viaja entre las tropas. Entonces, a los corresponsales no se les decía dónde tenían que ir, qué podían decir, qué imágenes podían tomar. Pasaban de un lado a otro, tuvieran o no permiso de los beligerantes. Su única preocupación era encontrar la forma de llegar al cierre de edición. Hoy en día, los periodistas siguen la revolución yemení, la guerra de Siria... desde Jerusalén.

Territorio comanche me parece un magnífico libro, uno de esos libros que sé que puedo releer sin sentir que pierdo el tiempo.



Alfonso Rojo
O sea, que llegas, te pones a trabajar y te matan, como a Alfonso Rojo en Nicaragua, cuando los somocistas se empeñaron en pegarle un tiro, y se lo hubieran dado si no se arroja de un camión en marcha mientras lo llevaban, con las maños atadas a la espalda, camino del paredón. Por aquella época Alfonso se lo tomó muy a mal, sobre todo porque le decían: Ahora te ponemos los zapatitos blancos y te vas de viaje, lo que es una evidente falta de respeto cuando estas a punto de palmarla. Pero los años templan, y Alfonso confesaba no guardarles ya rencor técnico a los somocistas.

Una buena toma
Conocía de sobra a Márquez para saber que cuando algo le entraba en la cabeza no había más que hablar. Su leyenda estaba llena de historias, apócrifas o verdaderas. Se contaba de el que una vez, en Vietnam, insistió para que a un vietcong condenado a muerte, vestido con ropas negras, lo fusilaran sobre una pared de color claro, a fin de que la imagen no empastara al filmarlo. Si se lo van a cargar de todas formas, decía, mas vale que sirva de algo. Le preguntaron al vietcong y dijo que le daba igual, que pasaba mucho. Así que lo cambiaron de pared.

Aquel fulano, Reverte
¿Queréis facturas, verdad? Pues tomad facturas. Una vez le hizo llenar una en serbocroata de camelo a su sobrina de nueve años, para no usar siempre la misma letra: taxi Sarajevo-Split-Colmenar Viejo, o algo por el estilo. Firmado Radovan Milosevic Tudjman. A los administradores les daba igual, con tal de tener papel en forma con el que cubrirse las espaldas. Parapetados en sus despachos y muy lejos de la realidad de un campo de batalla, se apuntaban como un éxito rebajar mil duros en una cuenta de dos o tres millones de pesetas. Preferían gastarse el dinero en cubrir campañas electorales, fichar tías de tetas grandes, encargar programas a futurólogos, financiar Quién sabe dónde o el Código Uno de aquel fulano, Reverte.

Su pobre vida concluida a oscuras
Lo del asilo ocurrió al principio de la guerra, cuando media Petrinja, evacuada por los croatas, aún no estaba en manos serbias. Era territorio comanche en estado puro, y el ruido de los cristales rotos chascaba bajo sus pasos cuando caminaron con precaución por el lugar vacío, uno a cada lado de la calle, vigilando los edificios y atentos a los cruces, por si los francotiradores. Con esa sensación en la cara interior de los muslos y en el estómago que da saberse solo en tierra de nadie. Habrían buscado provisiones en una tienda despanzurrada: chocolate, galletas, una botella de vino. Más tarde, en unos grandes almacenes saqueados, Barles encontró un suéter de lana inglesa a su medida y Márquez una corbata de pajarita que se puso en el cuello de la camisa caqui. Después hicieron una entradilla en una plaza llena de agujeros, estamos aquí, etcétera, ciudad abandonada y demás.

Barles con el micro de TVE en la mano y Márquez haciéndole un plano medio, con un ojo en el visor de la cámara y el otro alrededor, atento. Y cuando ya se marchaban dieron con el asilo de ancianos.

Hubieran pasado de largo de no haber escuchado una voz, o un gemido, a través de los cristales rotos de una ventana. En el edificio, oficialmente evacuado ante el avance serbio, abandonados por los enfermeros en fuga, una docena de inválidos habían quedado atrás, tendidos sobre camillas, en un corredor oscuro junto a la puerta. Eran tres los días que llevaban sin agua ni comida, entre el zumbido de las moscas y el hedor de sus excrementos. Y cuando Márquez y Barles usaron sus Maglite para verlos mejor, desearon no haberlo hecho nunca. Un par de ellos estaban muertos. En cuanto a los que seguían vivos, iban a estarlo poco tiempo. Así que apagaron las linternas, encendieron el flash y los filmaron a todos, a los vivos y a los muertos. Al acercarles la cámara los ancianos se encogían en sus camillas, entre los orines y la mierda que manchaba ropas y sabanas, y chillaban débilmente enloquecidos de terror, tapándose los ojos alucinados, ciegos, deslumbrados por la luz del flash, suplicando a las dos sombras que se movían a su alrededor. Márquez y Barles trabajaban sin hablar ni mirarse, y a la luz del flash sus rostros crispados y pálidos parecían los de dos fantasmas. Sólo se interrumpieron una vez, cuando Barles se apoyó en la pared y se puso a vomitar, pero ninguno de los dos hizo comentarios. Después dejaron en las camillas toda el agua y la comida que tenían y subieron al primer piso, donde una bomba había sorprendido a un anciano vistiéndose para escapar. El viejo seguía allí. Llevaba tres días muerto, solo, sentado entre los escombros, cubierto de una capa de polvo y yeso desmenuzado, inmóvil y todavía con los zapatos ante los pies, junto a una conmovedora maleta de cartón y un sombrero. Tenía los ojos cerrados y una expresión serena, inclinada la barbilla sobre el pecho. Una costra de sangre seca le salía por la nariz hasta la barbilla sin afeitar y el cuello sucio de la camisa, y Barles le dijo a Márquez que le filmara el rostro; pero este prefirió hacerlo de espaldas, encuadrándolo tal y como se veía desde el pasillo: sentado ante la ventana destrozada por la bomba, silueta patética, gris, inmóvil en la sobrecogedora soledad de aquella habitación deshecha, entre los ladrillos y muebles rotos, los hierros retorcidos y los jirones -maleta, sombrero, zapatos, ropa, papeles entre los escombros- de su pobre vida concluida a oscuras, cuando oía correr a los otros por el pasillo, despavoridos, y él se vestía buscando a tientas los zapatos para escapar.


Todos los cadáveres eran el mismo
Blancos, negros o amarillos, del bando que fueran, todos los cadáveres que podía recordar eran siempre el mismo en la misma guerra, en su memoria y fuera de ella. Una vez hizo la prueba: editando un Informe Semanal sobre Angola, donde los muertos eran negros, insertó algunos planos de archivo con otros, blancos, filmados dos años antes, en El Salvador. Antolín, el montador de video, estaba preocupado. Verás como la liamos, decía. Pero nadie notó la diferencia.


http://www.perezreverte.com/

sábado, 28 de julio de 2012

¡Rebélate por el camino seguro!




Aquí está, como prometí, el eslogan del bipartito que gobierna Andalucía. Hay que rebelarse, rebelarse contra Madrid, rebelarse por Andalucía, pero por el camino seguro, por el camino que nos ha llevado al éxito los últimos treinta años...

¿El cambio andaluz? Rebélate por el camino seguro.

Gerionocracia, el gobierno de los gritones













Cada vez que hay una manifestación, una manifestación pacífica, alegre, reivindicativa, siempre surge un grupo de alborotadores que acaba haciéndose con el protagonismo. Vuelcan contenedores, arrojan objetos, escupen, amenazan, gritan. ¿A qué tipo de democracia aspiran estos tipos? ¿Quieren una gerionocracia, un gobierno de los gritones? Parece ser que es así. Los líderes sindicales y algunos dirigentes políticos le piden al presidente que atienda "la voz de la calle", aunque lo que en la calle se suele escuchar son gritos, baladros, alaridos. Berrean los sindicalistas, vociferan los funcionarios, mugen los bomberos, rugen los mineros, aúllan los taxistas, bufan los diputados, resuellan los tertulianos. Se cree que cuanto más se grita más razón se tiene.

Aquí, en España, nos gusta gritar. Julio Camba, cuando regresaba de sus viajes, notaba que los españoles tenían las voces muy roncas: en el extranjero no se chilla tanto. Borges decía que cuando en un grupo había alguien que hablaba a voces estaba seguro de que era español; se quejaba de que los españoles hablaban mal y muy alto. Yo mismo, cuando me descuido, comienzo a levantar la voz, tengo que decirme: Ramón, tranquilo, tranquilo, habla más bajo, deja de gritar.



¿Qué queremos conseguir con tanto chillido? En las guerras se solía gritar antes de entrar en combate. En la Biblia se dice que “todo el pueblo gritó tan fuerte que hasta la tierra tembló”. Los filisteos se preguntaban: “¿Por qué hacen tanto escándalo esos israelitas?” Los gritos de los hoplitas griegos eran, cómo no, rítmicos. Los galos eran unos gritones; los legionarios romanos, cada vez que tenían que enfrentarse a ellos, estaban aterrados, se les caía el alma al suelo cuando veían aparecer a los celtas desnudos, empuñando largas espadas y dando gritos, hasta que César logró convencer a sus tropas de que no era para tanto.



Antes de entrar en combate, los clanes escoceses lanzaban su sluagh-ghairm, su eslogan, su grito de batalla. Poco a poco, primero en Inglaterra, luego en el resto del mundo, los partidos políticos comenzaron a utilizar eslóganes. “Por el cambio.” “Es hora de soluciones.” “España, en positivo.” “Con cabeza y corazón.” “Pelea por lo que quieres.” “Súmate al cambio.” “El cambio andaluz.” “¡Rebélate!” “Por el camino seguro.” El eslogan del bipartito andaluz queda así: “Rebélate por el camino seguro”.



Los gritos de batalla han sido algo habitual. “Santiago y cierra, España”, se gritó en las Navas de Tolosa. “¡Aur!, ¡aur!, ¡desperta ferro!”, gritaban los almogávares. “¡Oh mis soldados! ¡Oh mis leones de España!”, gritó Carlos de Austria en Túnez. Los tercios españoles, evidentemente, eran los que más vociferaban. Gritaba el sargento: “¡Santiago! ¡Santiago! ¡Santiago!” Respondían los soldados: “¡Cierra! ¡Cierra! ¡Cierra, España!” Los quinientos soldados de Cortés gritaban más fuerte que los cien mil aztecas de Cuauhtémoc: “¡Me vais a soñar, hijos de p*t*, me vais a soñar!” Siglos después, los mexicanos aprendieron a gritar, gritaron en Dolores: “¡Mueran los malos gobernantes! ¡Viva la Virgen de Guadalupe!” Los alaridos de los apaches aterraban a sus enemigos: gritaban cuando combatían, gritaban cuando se retiraban, no paraban de gritar mientras torturaban a los prisioneros. Los zulúes cantaban y gritaban antes y durante el combate, y seguían cantando y gritando cuando el enemigo ya estaba derrotado. Los maoríes, antes de la batalla, bailaban el haka y gritaban, hasta que a los pérfidos soldados británicos les dio por dispararles mientras danzaban.



Los soldados más gritones de todos fueron los sudistas. El rebel yell hacía flaquear a las tropas federales. Cuando las filas de desharrapados soldados sudistas se acercaban a las líneas federales y lanzaban su grito de batalla, los nordistas perdían los nervios, no atinaban a cargar sus fusiles, se les caían las baquetas, huían aterrados. Poco a poco, los nordistas aprendieron a resistir el rebel yell. En Gettysburg, cuando las tropas del coronel Chamberlain se quedaron sin balas y tuvieron que cargar, improvisaron un alarido atroz que consiguió aterrorizar a los rebeldes: los doscientos soldados del regimiento de Maine pusieron en fuga a un millar de sudistas. Unos meses después, en Chattanooga, el grito nordista estaba tan perfeccionado que miles de soldados sudistas abandonaron el campo de batalla sin luchar cuando lo escucharon. Después de eso, Lee tuvo que esconder a sus soldados en trincheras.

La guerra de secesión fue una de las últimas guerras de gritones. Poco a poco, los Estados Mayores se dieron cuenta de que lo importante era la sorpresa, el silencio. Aunque no siempre. En la guerra civil, un capitán nacional no paraba de gritar: “¡A por ellos ¡ Y al que le den que se j*d*!” De esa manera tan atrabiliaria nació ese grito que ahora se repite en los estadios sudafricanos, polacos y ucranianos, en las plazas de toda España.

Fueron los bolcheviques los primeros que en tiempos modernos utilizaron el grito como instrumento político: gritaban en las calles, gritaban en los consejos de obreros y soldados, gritaban cuando acometían a las tropas blancas. En la segunda guerra mundial, los soviéticos continuaron lanzando sus hurras antes de entrar en combate, lo que solía alertar a los alemanes: casi diez millones de soldados soviéticos murieron en esas cargas inútiles.



Poco a poco la sociedad ha ido avanzando y ha aceptado que hay que desterrar la guerra y la violencia. Ahora, los gritos están más contenidos, se dejan para las competiciones deportivas Gritan los aficionados. “¡Hala Madrid!” “¡Visca el Barça!” “¡Mucho Betis, mucho Betis, eh!” Algunos entrenadores españoles acaban roncos al final de los partidos. Gritan los porteros porque hay un defensa mal colocado; los defensas, porque los centrocampistas no presionan; los delanteros, porque no les pasan balones. Sí, hay demasiados gritos escatológicos en los estadios de fútbol.



Fue una española, Arantxa Sánchez Vicario, la que puso de moda los gritos en el tenis. Ahora los espectadores estadounidenses se quedan embobados escuchando los chillidos de las tenistas rusas: rezan para que su mujer se vaya a la peluquería o a cualquier sitio, para que salgan sus hijos, para quedarse solos en su casa de los suburbios; encienden la televisión, suben el volumen, cierran los ojos e imaginan cosas extrañas. Y sé de lo que hablo: no me gusta nada el tenis, pero un día me tragué treinta minutos de un partido de Sharapova...



El añorado Joaquín Vidal se quejaba de que los toreros eran cada vez más gritones y más ruidosa la plaza. “Había un inmenso griterío. Había un inmenso, permanente, ensordecedor griterío. Las localidades altas se llenaron de peñas, con sus uniformes, sus bombos, sus bien templadas gargantas (bueno: algunas, sólo regular) y no paraban de gritar. Según iban llegando empezaban a pegar gritos y continuaron pegándolos hasta que terminó la función.” Los toreros, como esa gente que habla a voces a los extranjeros, creen que los toros les entenderán si gritan. "¡Oooh, ajoó, ajujú!"



España, la tierra de Gerión, el rey gritón (¿qué otro nombre podía tener el primer rey de España?), debería ser, pues, una gerionocracia. Los más gritones, los que más protesten, serían los que gobiernen. ¿Acaso no veis Telecinco? Los colaboradores de los programas gesticulan, mueven los brazos y, sobre todo, gritan, gritan, GRITAN. Lo dicho: cuanto más se grita más razón se cree tener.

Algunos querrían que existiera aquí el mismo régimen político que en la antigua Lacedemonia: los espartiatas se reunían en la Apella y, cuando tenían que decidir un asunto, lo hacían por aclamación; la propuesta que recibía más gritos a favor era la aprobada. Las minorías alborotadoras se imponían a las mayorías quedas, silenciosas



Aspiro a ser una persona tranquila. Me molesta, como a cualquiera, que los políticos manipulen, tergiversen, mientan. Sé, empero, que al cabo de cuatro habrá unas elecciones. Prefiero no salir a la calle a gritar, sino depositar mi voto en la urna. Los que gritan, ¿no dan ninguna importancia al voto? Parafraseando a Clausewitz, consideran que el griterío es la continuación de la política por otros medios. ¿O aspiran, acaso, a que los gritos sustituyan a la política?



¿Solucionarían el problema algunos millones?
—¿Por qué están tan enfadados estos hombres tan pequeños? —me pregunta un extranjero que ha sido compañero mío de viaje.

Yo le explico a duras penas que no se trata de un enfado momentáneo, sino de una actitud general ante la vida. Mi compañero se esfuerza en comprender.

—¡Ah, vamos! —exclama, por último—. Es que los españoles no tienen dinero...

Y, aunque esta explicación de la psicología nacional me resulta excesivamente americana, yo, obligado a hacer una síntesis, la acepto sin grandes escrúpulos.

—Sí. Es eso, principalmente...

—De modo que si nosotros metiésemos aquí algunos millones de dólares, ¿cree usted que sus compatriotas se calmarían?

—Yo creo que sí. Creo que estas voces ásperas se irían suavizando poco a poco y que las mesas de los cafés no recibirían tantos puñetazos. Creo, en fin, que cambiarían ustedes el alma española. Siempre, naturalmente, que los millones no se quedaran todos en algunos bolsillos particulares...

viernes, 27 de julio de 2012

33,92



Fuente: INE



No dejo de mirar los números y me parecen terribles, tercermundistas:
  • 1/3 de población parada.
  • Andalucía (18 % de la población total) aporta el 62 % de los nuevos parados.
  • Todas las provincias andaluzas tienen una tasa de paro superior a la media española.
  • Jaén, la primera provincia española en cifras de paro (37 %); sólo superada por Ceuta, que tiene un paro del 39 %.
  • Seis provincias andaluzas tienen una tasa de actividad inferior a la media española.
  • La tasa de actividad de Jaén, 53,55 %, una de las más bajas de España; sólo algunas provincias con la población muy envejecida, tienen una tasa de actividad menor: Orense, Lugo, Cuenca...

Menos mal que el magnífico plan de la Junta, aprobado ayer por la tarde, va a dar empleo al 0,8 % de esos parados.

Si Andalucía tuviera la ya de suyo monstruosa tasa de paro que el resto de España, 24,63 %, habría sólo 989.000 parados: 370.000 parados menos.



Como siempre, me asalta la pregunta: ¿qué sería de Andalucía si no formara parte de España, si no fuera una región española? ¿Marruecos? No, desgraciadamente, los marroquíes son aún más pobres. ¿Albania?

jueves, 26 de julio de 2012

Plan A


En 2009, Elena Salgado, después de escuchar a Ben Bernanke, aseguró que veía brotes verdes. Al mismo tiempo, anunciaba la puesta en marcha del Plan E: 8.000 millones de euros echados por el sumidero, a los que pronto siguieron otros 5.000. Se dijo que este plan serviría para reactivar el empleo: se esperaba contratar a 200.000 trabajadores. El Plan E acabó, las ciudades se llenaron de aceras y farolas inútiles, siguió aumentando el paro y lo único que se consiguió fue agravar el déficit.

Hoy, en Andalucía, se ha celebrado un Consejo de Gobierno extraordinario que ha puesto en marcha un plan de reactivación del empleo. Aquí van los números de este "plan urgente de choque":
  • Dotado con 200 millones de euros.
  • 150 milones aportados por fondos europeos.
  • Vigencia del plan: 2012 y 2013.
  • Se esperan crear 11.000 puestos de trabajo.
  • Cada puesto de trabajo costará a los andaluces 18.000 euros.
  • 100 millones para mejora de instalaciones educativas (ampliación del Plan de Oportunidades Laborales).
  • 90 millones para actividades de reforestación e infraestructuras rurales.
  • 10 millones para rehabilitación de vivienda.

¿Qué es lo que pretenden? ¿Qué pretenden mediante un Consejo de Gobierno extraordinario? ¿Qué pretenden gastando dinero que no tienen? Griñán dijo que estaba en su programa de gobierno acabar con el desempleo. Será que se ha dado cuenta ahora que Andalucía es la región que lidera el desempleo en la Unión Europea. Sí, la culpa es de Rajoy, de sus siete meses de gobierno, como ha sugerido la inefable Díaz. Nuestra querida consejera también ha dicho que "el empleo es nuestra prioridad"; supongo que hasta ahora, la prioridad del siniestro gobierno andaluz había sido el desempleo, y lo habían hecho muy bien.

El sueño de Griñán es, ay, colocar a todos los parados andaluces. Pero para ello necesitaría casi 20.000 millones de euros. ¿Se los dará el Gobierno central o la Unión Europea? ¿Y por qué no empieza pagando lo que debe a los pequeños empresarios andaluces?



Ay, Ramoncete, si prestaras un poco más de atención, te darías cuenta de que en realidad este plan lo único que hace es imbricar una serie de medidas de las que se aprueban habitualmente en los Consejos de Gobierno, de las que se aprobarían si los últimos Consejos de Gobierno no se hubieran dedicado a criticar al Gobierno central. ¿Acaso no se iban a arreglar los centros educativos? ¿No se estaban arreglando caminos rurales? ¿Nunca ha financiado la Junta la rehabilitación de vivienda?

Lo chusco viene del hecho de que se dice que se incentivará el trabajo femenino: ¿es que las mujeres son mayoritarias en el sector de la construcción?

El mitín de Díaz
Y para terminar, lo que ha soltado Díaz en el mitín, digo, en la comparecencia posterior al Consejo de Gobierno:
  • "La lucha contra el desempleo es nuestra prioridad."
  • "Llevamos siete meses del gobierno de la nación, y además de recortes y hachazos a los derechos..."
  • "La principal consecuencia negativa de la crisis ha sido el crecimiento del desempleo y eso ha provocado que en sectores determinantes como la construcción el impacto ha (sic) sido importante. Está afectando además de manera determinante a personas desempleadas de larga duración que han agotado ya todas sus prestaciones económicas y sobre todo a las mujeres, que en estos momentos tienen una tasa de desempleo un 11 % superior a la de los hombres. Frente a eso es necesario incidir en las políticas económicas que mediante la inversión pública faciliten, como decía, la reactivación de la economía y la creación de empleo."
  • "Permítanme además que por parte (sic) del Instituto Andaluz de la Mujer se hará un seguimiento y aportación de este plan desde la perspectiva de género, porque como decía anteriormente las mujeres han sido en estos momentos las grandes castigadas de esta crisis económica."
  • "Desde los inicios de la crisis económica Andalucía ha sido la única comunidad que ha desarrollado planes extraordinarios para la creación de empleo."
  • "La situación requiere medidas urgentes y con urgencia este gobierno ha actuado."

Hibris andaluza



Para mi desgracia, El Monte fue la caja que financió la construcción del piso en que vivo. Al poco de iniciar el pago de la hipoteca, me entregaron una nueva cartilla.

-¿Qué es esto de Cajasol? -le pregunté a la empleada.

-Es nuestro nuevo nombre -me dijo con una sonrisa.

Como buen nativo de la Andalucía marrón, me gustan los montes y las sierras, pero odio el sol hasta el punto de que, cuando brilla, me dan ganas de cometer alguna locura meursaultiana.

Hace unos meses, a principios de año, cuando entré en la oficina, me sorprendí al encontrar caras nuevas y nueva decoración. Hasta llegué a pensar que me había equivocado y que me había metido en Unicaja o CajaGranada. No, sólo estaba en la oficina de Banca Cívica: un viejo reloj de pared, siempre atrasado, seguía conservando el logotipo de El Monte. Le pedí al cajero cincuenta euros, con los que tendría que pasar la semana (una forma de no abusar de la tarjeta es no utilizarla), y mientras estaba atareado comprobando mis datos, estuve a punto de decirle que era toda una contradictio in terminis llamar a un banco de esa manera: un banco por su propia naturaleza nunca podría ser cívico. Quizá, sí: uno fundado por Muhammad Yunus.

Ayer, cuando pasaba con el coche por delante de la oficina de Banca Cívica, observé como los operarios colocaban un nuevo cartel: el azul sevillano estaba siendo sustituido por el negro catalán. La Torre Pelli caerá pronto, pensé.



Ese edificio fue el último gran proyecto que la ὕβρις de Antonio Pulido le llevó a emprender. Desde el principio, me llamó la atención que estuviera siendo construida junto a la funesta Torre Triana: surgen del suelo malignos efluvios; allí abajo hay galerías y cuevas, sospecho, habitadas por shoggoths y otras perversas criaturas primordiales.



Los modestos habitantes de Babel sólo levantaron una torre; los sevillanos, empero, han retado a Dios construyendo dos...



Las dos torres sevillanas, Orthanc y Barad-dûr.

En fin, tras duros meses de negociaciones, en marzo, La Caixa ultimó la compra de Banca Cívica, que era valorada en 977 millones pese a que su patrimonio era de 2.875 millones. A Antonio Pulido se le premiaba con una silla en el consejo de administración de CaixaBank. Hace unos años dijo que "estamos dando a luz una gran entidad que va a tener un papel importante en el sistema financiero español y, por supuesto, ya lo tiene en el sistema financiero andaluz". Estaba recibiendo el premio al mejor ejecutivo andaluz del año 2009, que le entregó la revista
Ejecutivos. Me da la sensación que esa gran entidad de la que hablaba no era La Caixa. O quizá sí.

Algunas preguntas perversas:


Llevo dos semanas reclamando que me devuelvan la comisión de la tarjeta, siete míseros euros que me dijeron que no me cobrarían. ¿Qué les supone a ellos siete euros? ¿Cuántos miles de millones se han perdido por la gestión de Antonio Pulido? Cuando cojo una calculadora, me doy cuenta de que Banca Cívica no valía nada, absolutamente nada. Las acciones no valían nada. ¡Cuántas veces me dijo una empleada que tenía que comprar, que era una oportunidad única!

Y lo que me cabrea es que Antonio Pulido no ha sido llamado al Congreso de los Diputados. No. Ahora es consejero de CaixaBank.



Mientras escribía esto, me estaba tomando una tila. Creo que voy a prepararme otra.


...


Quizá si hubiera suscrito la hipoteca en Unicaja, en CajaGranada o en CajaSur, me habría preocupado la situación de esas cajas, habría estado pendiente de todas las noticias que las mencionaran. Pero tuve que hacer la hipoteca en El Monte, como dije al principio, y he vivido todos esos cambios: Cajasol, Banca Cívica, CaixaBank. ¿Qué será lo siguiente? El inefable Antonio Pulido llegó a decir alguna vez que no descartaba la fusión con un banco extranjero. En cualquier caso, la Junta ha perdido el control y no parece probable que Isidre Fainé se deje mangonear.

La oreja de Jenkins


Un barco gibraltareño acaba de lograr una feliz captura: un hermoso atún cuyo peso, 458 libras y 9 onzas, promete obtener un buen beneficio en puerto. Están ya haciendo cuentas, cuando en el horizonte se recorta una ominosa silueta. Hendiendo las olas, se acerca una patrullera española. Ya están los cascos en paralelo. Los guardias civiles, de malos modos, les dicen a los tripulantes de la nave británica que están violando no se sabe qué veda. Los gibraltareños son obligados a poner proa a Algeciras.

El gobierno británico, cuando conoce los hechos, se apresura a presentar una queja diplomática, aunque muy suave, pues pretende, sobre todo, no poner en peligro la tregua olímpica. Las autoridades españolas, empero, tratan de retorcer la verdad con la habitual humareda de mentiras: que el barco gibraltareño se hallaba a 8 millas de la costa, que sus tripulantes estaban utilizando artes ilegales, que habían pescado en periodo de veda.

Las insidias y perversidades de Madrid son proverbiales. Todos recordamos el terrible atentado que sufrió un pacífico mercader británico, Robert Jenkins, cuyo barco fue apresado por un guardacostas español en las Indias Occidentales. Los españoles trataron de ensombrecer la reputación de Jenkins y lanzaron el engaño de que se dedicaba al contrabando. Ni siquiera pidieron disculpas por las terribles mutilaciones que infirieron al capitán británico.

Es de esperar que desde White Hall se adopte una actitud más enérgica, que se pare los pies a los sucios dagos.

miércoles, 25 de julio de 2012

Doñana 21



La situación de Andalucía tiene que estar realmente mal, pues ayer nuestra admirada consejera de Hacienda se quejó de que el Gobierno central iba a hacer perder a Andalucía... 8 millones de euros. Hace cinco años no hubiera hecho una rueda de prensa por menos de 800, y hace dos, por menos de 80. Por otra parte, se decidió en el Consejo de Gobierno de ayer reducir el número de coches oficiales o más bien, reducir el número de altos cargos que tienen derecho a un coche oficial con total disponibilidad: habrá los mismos coches oficiales.

Pero no quería hablar de eso. A pesar de que Canal Sur diga que Andalucía no tiene problemas de financiación, sin darse cuenta de la incongruencia que supone que más adelante informe de que la Junta adeuda las cuotas a las guarderías, a pesar, digo, de que según Aguayo dispongamos de cash, los recortes nos han alcanzado.

FAFFE fue una de las primeras agencias en desaparecer, pero sus trabajadores no fueron despedidos, sino que fueron recolocados en el SAE. El sindicato SAFJA incluso denunció que hasta el 68 % de los empleados de la delegación de Málaga procedían de FAFFE.

Los técnicos de Doñana 21 no han tenido tanta suerte. Publicó la noticia
El Mundo hace unos días y ayer Libertad Digital le trataba un artículo. 10 de los 19 técnicos van a acogerse al ERE. ¿Y los cargos políticos? ¡Por Dios! ¡Esa es la razón de la existencia de Doñana 21 y de los otros cientos de agencias públicas. Los cargos de designación política, empezando por la presidenta, la ex consejera Cinta Castillo, y terminando por los recepcionistas, siguen trabajando. "Familiares y políticos socialistas intocables", escribe Pedro de Tena.

Malos tiempos para Andalucía, pero no para todos los andaluces. Deben conservarse las mamandurrias

¿Qué nos deparará el pleno del Parlamento de Andalucía? Ahora se está comenzando a decir que, después de que Cataluña se adhiriera, el fondo de liquidez está empezando a quedarse sin dinero... Preparando el camino.

martes, 24 de julio de 2012

El Guadalquivir










Hace un mes, ya tuve ocasión de manifestar mi indignación por la manera en que la Junta llevó a cabo la gestión del Guadalquivir. El pasado sábado, ABC publicó un artículo en que ponía números a esa desastrosa gestión.

  • La Junta retuvo las competencias entre enero de 2009 y octubre de 2011.
  • 130 millones de euros destinados al pago de gastos corrientes y personal.
  • A finales de 2008 había 94 proyectos en marcha; en octubre de 2011, 185.
  • La Junta inició 136 nuevos proyectos.
  • La CHG se ha encontrado una maraña de deudas pendientes, modificaciones fraudulentas de obras, retrasos en las adjudicaciones...
  • Cuando la Junta ya sabía que tendría que devolver la gestión del Guadalquivir, en junio de 2011, pidió una reprogramación de los fondos europeos destinados al río; se dirigirían a otros proyectos controlados totalmente por la administración andaluza: infraestructuras sociales, desarrollo de la economía del conocimiento, I+D+i, sociedad de la información y TIC.

En España, hace treinta años, se llegó a creer que la creación de las regiones autónomas sería una panacea. Tuve un profesor en la universidad que siempre decía que la filogenia era un reflejo de la ontogenia, que de lo particular se podía inducir lo general. ¿Qué conclusiones pueden sacarse de esta gestión del Guadalquivir? ¿Se gestionan así también la sanidad, la educación? Cualquier administración debería considerar que en la gestión de los servicios sociales es más importante la eficiencia que la política. Aquí en Andalucía, empero, la eficiencia tiene una connotación política: la sanidad andaluza es buena porque está gestionada por la Junta, no porque no haya listas de espera o cuente con buenos hospitales e instalaciones. Como un mantra, se repite, por ejemplo, que el sistema sanitario andaluz es uno de los mejores del mundo. También lo intentan con la educación; dicen que es una educación que no deja a nadie atrás, que ofrece oportunidades a todo el mundo. Hasta hacen sus propias evaluaciones, porque los de PISA se empeña en considerar a los escolares andaluces como los peor formados de Europa.

El Tribunal Constitucional quitó las competencias del Guadalquivir a la Junta de Andalucía. En algo menos de tres años, ha dejado una deuda en la CHG con la que será difícil de acabar. Mientras tanto, desde el Palacio de San Telmo se siguen gestionando la educación, la sanidad, la justicia, las obras públicas, el medioambiente...