miércoles, 24 de octubre de 2012

I2BC



Recuerdo aquella anécdota contada por Emilio García Gómez en Poemas arabigoandaluces: un poeta andalusí les estaba recitando unos versos en árabe a unos jefezuelos bereberes. 

—¿Qué dice? —preguntó uno. 

—Pide dinero —replicó el otro. 

Hoy en día, los bardos andaluces sólo tienen que reclamar una subvención a la Junta y justificarla con una palabrería estúpida que no signifique nada. Abajo, algunos parráfos hilarantes encontrados en la web del Instituto de Innovación para el Bienestar Ciudadano, organismo andaluz en que la Junta arrojó en enero pasado 15,5 millones de euros (2,579 millones de pesetas). Podríamos parafrasear a los jefezuelos bereberes.

—¿A qué es lo que se dedica el I2BC?

—A la mamandurria.

Instituto de Innovación para el Bienestar Ciudadano
El I2BC nace con el objetivo de mejorar la calidad de vida y bienestar de todas las personas. Para ello, desarrolla proyectos de carácter social basados en una metodología de trabajo propia conocida como P.L.I. (People Lead Innovation). Esta metodología sitúa a las personas en el centro del proceso innovador. De la misma manera, surgen los (ESdI) Espacios Sociales de Innovación, gracias a los cuales investigadores y humanistas estudian las necesidades ciudadanas no cubiertas, en todos los aspectos de la vida. En el I2BC mejoramos la calidad de vida y el bienestar de las personas desarrollando proyectos que suplen las necesidades reales del ciudadano. Para ello, seguimos un proceso de creación que comienza con una IDEA previa que surge tras conocer las necesidades que el propio ciudadano nos cuenta y que tras ser estudiada se convertirá en una PROPUESTA lista para ser presentada a la organización pertinente. Esta propuesta dará lugar a un PROYECTO Innovador que mejorará nuestro día a día mediante un uso práctico del conocimiento y las tecnologías. En este sentido creemos en la innovación basada en un conocimiento compartido, esencial para conseguir una mejora en la calidad de vida, donde el ciudadano tiene la primera y la ultima palabra.