martes, 5 de junio de 2012

Las competencias del Guadalquivir



Hace unos años asistí a una conferencia sobre el nuevo Estatuto de Andalucía, que todavía se estaba redactando. Hubo preguntas al conferenciante cuando terminó su exposición: sobre el Estatuto catalán, del que el andaluz pretendía ser coartada, sobre la deuda histórica y sobre las competencias hidrográficas. El conferenciante, catedrático de derecho constitucional, tuvo que admitir que de acuerdo con la letra de la Constitución, Andalucía no debería asumir las competencias de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, pero que si ninguna autonomía interponía un recurso, podría hacerlo. Al final, Extremadura interpuso un recurso y la Junta de Andalucía, después de unos años desastrosos controlando la CHG, tuvo que devolver las competencias.

Años desastrosos porque se produjeron algunas inundaciones en Écija y Marmolejo. Ahora, la Junta renuncia a sus responsabilidades. ¿Por qué? He leído esta mañana la noticia en El Confidencial Digital y no podía creerla: como la administración regional nunca tuvo, jurídicamente, competencias sobre la CHG, pues la nulidad constitucional, argumentan los abogados del gobierno andaluz, ha sido ab initio, no corresponde a la Junta instruir los expedientes. La CGH argumenta que, como en el momento de los hechos la competencia correspondía a la Junta de Andalucía, atender a los damnificados por las inundaciones es una obligación derivada: vamos, que la Junta es responsable.

A veces me preguntó qué pasaría si Andalucía fuera un país independiente, un país insostenible, con enormes desigualdades territoriales.

Este asunto de la CGH me ha recordado, no sé por qué, una escena de Lawrence de Arabia: los árabes conquistan Damasco a los turcos pero no son capaces de hacer funcionar los servicios básicos de la ciudad. Temo que eso pasaría en la Andalucía independiente.