domingo, 17 de junio de 2012
La degradación de Gustavo de Arístegui
Hace unos años, el diplomático y diputado del PP, Gustavo de Arístegui, denunciaba la obsesión de los musulmanes por reconquistar al-Ándalus. Al parecer, comenzaron por él mismo: en 2010, se casó con una marroquí, Nadia Khalfi. Los dirigentes del PP se enfurecieron.
Poco a poco, Arístegui fue apartado de todos sus cargos y responsabilidades en el PP. Cuando Rajoy ganó las elecciones, en noviembre del año pasado, yo estaba un poco despistado y todavía pensaba que podría aspirar al ministerio de Exteriores: después de todo había estado durante mucho tiempo haciendo el trabajo sucio en el Congreso y en las tertulias.
El único premio de consolación que recibió Arístegui fue la embajada de España en la India: no era la de Londres, que le dieron a Trillo, pero no estaba nada mal. Ahora acabo de leer en El Economista que Gustavo de Arístegui va a ser nombrado nuevo embajador de España en Bután. Lo primero de todo: ¿España tiene embajada en Bután? ¿Va a dejar la embajada en la India? ¿Va a ser nombrado también embajador de España en Pakistán, en Bangladesh, en Birmania, en Nepal...?