domingo, 17 de junio de 2012

Χρεοκρατία



Hoy, día de las elecciones griegas, he vuelto a ver el documental Deudocracia, que ya me dejó impresionado el pasado agosto. Los griegos no es que no quieran pagar los intereses de su deuda, sino que ni siquiera quieren pagar la propia deuda. En cualquier caso, no pueden pagarla.

En el documental se explica el concepto de deuda odiosa, deuda ilegítima, contraída por los gobernantes sin el permiso ni el conocimiento de los ciudadanos. Menciona la situación de Ecuador antes de la llegada de Correa al poder. El país dedicaba cada año el 50 % de su presupuesto para pagar la enorme deuda que tenía. Sanidad y educación sólo recibían 1.200 millones de euros al año, poco más de 10 % del presupuesto. Mientras, los beneficios obtenidos por la explotación de los recursos petrolíferos caían en manos privadas.

En el documental se señala que la deuda de Grecia es de 350.000 millones de euros. ¿Por qué ha llegado a ser tan alta? En lo primeros minutos, un político dice que ese dinero se gastó en los griegos: "Os hemos hecho funcionarios". Sin embargo, el europarlamentario Cohn-Bendit denunció que Francia y Alemania, al tiempo que exigían que Grecia pagara su deuda, le habían vendido fragatas, submarinos, helicópteros, aviones. Sí, deuda odiosa.

En las elecciones de hoy, los políticos europeos quieren algo imposible: que los griegos elijan a un Ceaușescu, que priorice sobre cualquier otra cosa el pago de la deuda externa. Y eso es algo que no va a suceder.